Al recibir a Cristo como nuestro único y suficiente salvador personal, se producen cambios en nosotros que incluyen nuestra manera de hablar. Mateo 12:34 y Mateo 15:18-19, el corazón es un laboratorio de los pensamientos, las palabras son la materialización de las ideas o pensamientos, vigilemos que nuestros pensamientos estén ligados a la santa palabra de Dios. (Filipenses 4:8, Colosenses 3:16). Alguien dijo: “Cuida tus pensamientos, se pueden convertir en palabras en cualquier momento”. Ya es algo común ver y escuchar a personas en las oficinas, centros comerciales, escuelas, calles, etc. como usan vocabularios ofensivo, pesimista, de crítica, agresivo, irónico, vulgar, etc. Crecimos en este círculo pero ya hemos entregado nuestras vidas al todo poderoso, pues despojémonos de toda contaminación.
*La murmuración
*El tono
irónico al hablar
*Las frases
populares y relajos
*Las quejas
*Las
maldiciones
*Los chistes
de doble sentido
*La mentira
*Las
lisonjas
No importa cuál
sea la situación que nos atañe este tipo de conversación no aprovecha. Salmos 101:7,
14:13, Colosenses 3:9, Proverbios 29:5, 16:28,
13:5, 24:28;
De esta
forma hablamos en nuestra pasada vida, ahora pues Hablemos diferente como hijos de Dios que somos y embajadores
del reino celestial, Proverbios 15:1, Efesios 5:4, 19,20; 4:29.
Debemos seleccionar
bien las palabras, el tono correcto, la persona correcta para comunicarnos, y el momento preciso, Proverbios
25:11, los cristianos,
debemos ser cuidadosos al hablar, cuando, como dónde y a quien lo decimos, tomemos lo que nos
recomienda Santiago 1:19, Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para
oír, tardo para hablar, tardo para airarse; Proverbios 10:19, nos dice en las muchas palabras no falta pecado; Mas el que
refrena sus labios es prudente. (Santiago 4:11, Proverbios 18:13,) Nos manda
a evitar la murmuración. Cuidemos de no repetir las conversaciones que
escuchamos, hablar más de la cuenta o
hacer juicios y comentarios, (Salmos 140:11). Debemos desarrollar el dominio
propio en nuestra vida y permitirle al espíritu santo nos ayude a dominar,
controlar lo que decimos, aprender a ser honestos, a decir la verdad con
misericordia, Proverbios 18:21, dice: La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus
frutos. Cuidemos lo que decimos, recuerde que con nuestras palabras
podemos dar vida o matar. Demos respuestas suaves y en buen tono, demos gracias
por todo, que nuestras conversaciones sean para dar vida!
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