miércoles, 11 de marzo de 2015

LA LISONJA ES PECADO

                                                                
     LA LISONJA     En la sagrada escritura encontramos barias sitas Bíblicas que nos hablan de la lisonja. Pues la lisonja es:  Alabanza exagerada y generalmente interesada que se hace a una persona para conseguir un favor o ganar su voluntad. Alabanza afectada o adulación.  Por lo general se hace para satisfacer el amor propio o la vanidad de quien es lisonjeado, y por eso es perjudicial. A menudo la intención es poner una trampa a aquel que es objeto de la adulación.Con la lisonja se pretende ganar el favor o los beneficios materiales de otra persona, o crear en ella un sentimiento de obligación para con el adulador.  ( Proverbios  29:5.) La lisonja no es una característica de la sabiduría que viene de Dios, sino de la de este mundo, su raíz es el egoísmo, las distinciones y la hipocresía. (Santiago 3:17.) La glorificación de hombres con el fin de sacar partido de su vanidad, son cosas que desagradan a Dios. (2 Corintios 1:12; Gálatas 1:10; Efesios 4:25; Col 3:9; Rev 21:8 .) En  tesalonicenses 2:3-6  el apóstol Pablo contrasta el comportamiento cristiano con la actitud aduladora, al decir: “Porque la exhortación que damos no proviene de error, ni de inmundicia, ni con engaño, sino que, así como hemos sido probados y reconocidos por Dios como aptos para tener encomendadas a nosotros las buenas nuevas, así hablamos, como agradando, no a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. De hecho, en ninguna ocasión nos hemos presentado ya sea con habla lisonjera (como ustedes lo saben) ni con una apariencia fingida para la codicia, ¡Dios es testigo! Tampoco hemos estado buscando la gloria de los hombres, no, ni de ustedes ni de otros, aunque pudiéramos ser una carga costosa como apóstoles de Cristo”. La Biblia señala en (Proverbios 28:23.)   El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia
Que el que lisonjea con la lengua. (Proverbios 26:24-28.)  El que odia disimula con sus labios; Mas en su interior maquina engaño. Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque su odio se cubra con disimulo, Su maldad será descubierta en la congregación. El que cava foso caerá en él; Y al que revuelve la piedra, sobre él le volverá. La lengua falsa atormenta al que ha lastimado,
Y la boca lisonjera hace resbalar. Las expresiones “lisonjear”, “meloso [aplicado a lengua, labio o palabra]” (melosa), (Salmos 5:9; 12:2, 3; Daniel 11:32), “suavidad” (Proverbios 7:21), “melosidad” (Daniel 11:34), y “doble cara” (Ezequiel 12:24), note que  son traducciones de la raíz hebrea ja·láq y de sus derivados. En todos los casos bíblicos citados, el motivo del que emplea habla melosa es malo. Herodes Agripa  es un ejemplo del desastroso resultado al que conduce el escuchar con agrado la lisonja y la adulación. Cuando la muchedumbre le aclamó al grito de “voz de un dios”, aceptó la lisonja y no le atribuyó a Dios la gloria, por lo que el ángel de Dios le hirió, de modo que falleció. (Hechos 12:21-23.), (Hechos 14:11-15.) Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros.
 Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra.
Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios.
Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces  y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.  Un gobernante judío intentó adular a Jesús con el título de “Buen Maestro”, él lo corrigió en el acto: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino uno solo, Dios”.   (Lucas 18:18,19; Job 32:21, 22.                                                                                                             
                                                                                                                           

No hay comentarios: